“…la cosa está mala…”

Voy a emitir mi opinión desde la base del respeto y desde mi óptica, desde mi entendimiento, desde mi conocimiento individual, independiente, personal y según mis valoraciones personales. No es que tenga la razón, sino que tengo mi razón, y no tienen por qué estar de acuerdo conmigo. Si no lo estás, realmente no me interesa; no me lean y listo. Yo respeto cómo piensa cada cual, respétenme en la misma medida. 

En ningún país del mundo es elegido el presidente por el pueblo. Todos son elegidos por una representación minoritaria de políticos y representantes, seleccionados mediante diferentes modelos electorales y tendencias políticas de diversas ideologías. Es una falta de conocimiento y, para no ofender, hasta cierto punto a veces una ignorancia, decir que en algún lugar del mundo hay democracia. Eso es absolutamente falso, pues la democracia solo existió en Grecia, hace cinco mil años antes de Cristo, y dista, en años luz, de la definición manipulada y elitista que predomina en la contemporaneidad. 

El voto de los cubanos en EE.UU., y sobre todo en Florida, ha influido en las elecciones estadounidenses por mucho tiempo, cada estado tiene una serie de colegios electorales que determinan el resultado acumulado, no es el voto popular directo, sino los colegios electorales quienes deciden (algo bastante similar al sistema electoral cubano, para aquellos que no lo saben). 

Una de las tantas diferencias entre ambos modelos electorales es que, en EE.UU., si no tienes dinero, no puedes aspirar a hacer política. Un ejemplo tangible es Yadira Escobar en Florida. Este estado, que menciono, aporta y define en gran medida el rumbo electoral, ya que cuenta con 29 puntos, al igual que Nueva York. Por eso, ganar el voto en Florida es fundamental. En Miami, la población cubanoamericana es considerable, entre cubanos y sus descendientes, y tradicionalmente, el político que se pronunciara en contra de Cuba, mostrándose más radical en su hostilidad hacia la isla, era el que solía beneficiarse del voto cubano. 

Y digo solía porque esto está cambiando gradualmente con las últimas olas migratorias. Los cubanos recién llegados no son, en esencia, tan radicales en temas políticos; la mayoría quiere pasar página, seguir adelante con sus vidas, visitar Cuba, adquirir propiedades, ayudar a su familia y vivir en paz. Ideas y tendencias que al viejo y obsoleto exilio no le agradan, pues el odio y el resentimiento no les permiten pasar página, aferrándose a un pasado que ya fue, que no cambiará y que no admite modificaciones, pues el pasado es inalterable, petrificado por el tiempo… al igual que cada minuto del presente y la incertidumbre del futuro, que es planificable pero incierto. 

El destino de Cuba le corresponde a sus habitantes. Cada cual debe ocuparse del hábitat donde vive. Por eso pienso y considero que el cubano en EE.UU. está en su derecho de debatir y discutir sobre política en el lugar donde reside. En vez de pensar en castillos en el aire, deberían enfocarse en la realidad individual: el cubano en la isla que quiere irse para mejorar económicamente(causal fundamental: EL BLOQUEO), y un sector muy pequeño que está mayormente en el sur de la Florida, exige que el de adentro salga a la calle (cosa que ninguno hizo cuando estaba en Cuba), pidiendo más leyes y regulaciones para asfixiar al pueblo. 

Muchos años con una política hostil, y los únicos resultados obtenidos son que el cubano quiera irse de Cuba porque “la cosa está mala”, Y al final, “la cosa” es económica, no política, porque en el ser humano todo se reduce al bienestar material. Si hay dinero suficiente para cubrir las necesidades personales, hay felicidad, y todos están happy. Por eso sugiero, pido y exijo el cese del bloqueo, a ver dónde Pupi va a tocar. 

Lester D. Mallory, vice Secretario de Estado, lo escribió en un memorándum secreto del Departamento de Estado, en 1960: “El único modo previsible de restarle apoyo interno [al gobierno cubano] es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales… hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba… una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.

Pongamos aparte, a un lado, nuestro pensamiento e ideología. Pregunto: ¿Qué pasaría si Cuba no tuviera bloqueo? ¿Se han preguntado cómo sería todo? Cuando hay prosperidad, todo es mejor: la envidia disminuye, el índice de felicidad aumenta y las personas no pelean ni discuten de política innecesariamente. 

A lo que voy: cada cual es dueño de su destino. Si cada uno se enfocara solo en lo que puede controlar, y no gastara energía en lo que no está en sus manos, el mundo sería un lugar mejor. Zapatero, a tus zapatos; la política, a los políticos. Las opiniones basadas en percepciones están influidas por el conocimiento, la experiencia y la capacidad de cada uno, lo que nos lleva a concluir que cada cual llega hasta donde su sabana le da. Y muchos, en cuestiones de ideología, tienen la sabana corta. 

Entonces, a veces es mejor quedarse en la esquina como espectador, antes de emitir juicios sobre temas de los que ni siquiera se tiene conocimiento básico. Las percepciones no son conocimiento. Mi consejo para el que lo quiera tomar es: …No te preocupes, ocúpate…

Robertico Yis Jr.
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